Mujeres en el flamenco que han hecho historia

En el pasado las mujeres no lo tuvieron fácil en el mundo del flamenco, ya que la sociedad era machista y su papel quedaba relegado al anonimato en el hogar en el momento en el que se casaban. Sin embargo, a lo largo de la historia, ha habido mujeres en el flamenco que han contribuido con su legado, a pesar de todos los impedimentos que han encontrado a lo largo de su carrera. Entre ellas encontramos excelentes cantaoras, bailaoras y guitarristas. 

Las cantaoras más importantes del flamenco

Hubo y hay grandes cantaoras cuyo nombre ha quedado grabado en la historia del flamenco para siempre. 

Carmen Linares

Carmen Pacheco, su nombre real, es una leyenda viva del flamenco. Nació en 1951 en Linares (Jaén), pueblo al que le debe su nombre artístico. Tiene una voz poderosa y única. Su obra ha sido reconocida con el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2022. Destaca su álbum antológico “La mujer en el cante”, publicado en 1996, que recoge temas musicales con los que la mujer ha contribuido al cante flamenco, dejando una huella imborrable.

La Niña de los Peines

Pastora María Pavón Cruz​ nacida en Sevilla en 1890 y fallecida en 1969. Es considerada una de las cantaoras más importantes de todos los siglos. Venía de una saga gitana, en la que su padre y hermanos eran cantaores. Su nombre artístico se lo debe a unos tangos que cantaba habitualmente, que a pesar del reclamo de muchas casas discográficas, nunca grabó. Fue conocida por sus tangos, peteneras, soleares y bulerías. Fue una cantante española muy completa que dominó prácticamente todos los palos del flamenco y que actuó con grandes artistas del flamenco como Manuel de Falla, Niño Ricardo, Pepe Marchena y Manolo Caracol. 

Fernanda de Utrera

Fernanda Jiménez Peña, fue una cantaora de flamenco gitana andaluza, nacida en Utrera (Sevilla). De ahí su nombre artístico Fernanda de Utrera. Esta artista, llevaba su arte grabado en la sangre, ya que provenía de una familia en la que prácticamente todos eran cantaores. En 1957, el músico Antonio Mairena, llevó a Fernanda junto a su hermana Bernarda, también cantante, a Madrid para actuar en los mejores tablaos de la época. Fernanda de Utrera es conocida como una de las mejores cantaoras de soleares que ha habido en la historia del flamenco. 

Las mejores bailaoras de flamenco

En el baile flamenco siempre ha destacado el arte de las mujeres. El movimiento de las manos, los brazos y el “zapateao” embriaga a quien contempla esta danza. Estas son algunas de las mujeres bailaoras de flamenco que han conquistado los escenarios de España y otras partes del mundo:

Carmen Amaya

Carmen Amaya es uno de los nombres más populares dentro de las mujeres del flamenco a lo largo de la historia. Nacida en Barcelona en 1918, fue cantaora, bailaora y actriz. Se crió en un antiguo barrio de barracas de gitanos de Barcelona, conocido con el nombre de Somorrostro. A su temprana edad salía con su padre a cantar y bailar por las calles y las tabernas, pidiendo dinero. Más tarde, el destino haría de las suyas para que acabara actuando en el Teatro Español del Paralelo y en el Teatro Palace de París. En este último, sería cuando Carmen Amaya diera el salto a la fama, llegando incluso a actuar en películas. La particularidad de esta bailaora es que revolucionó el baile tal y como era en aquel momento, añadiendo fuerza expresiva y rítmica con su zapateado.

Juana la Macarrona

Fue una bailaora andaluza de Jerez de la Frontera nacida en 1870 que murió en Sevilla en 1947. Artista de ascendencia gitana, hija de Juan de Vargas, guitarrista, y de Ramona de las Heras, cantaora, comenzó a actuar con tan sólo 8 años en un conocido café sevillano, La Escalerilla. La fama que acuñó en aquellos años, le llevaría a trabajar en Málaga y Barcelona. Más tarde debutó en Madrid en el Liceu Rius,y  hasta en el Gran Teatro de la Exposición Universal de París (1889). Tras su paso por Francia, se consolidó como una gran maestra del baile flamenco. 

Sara Baras

Sara Baras es una bailaora y coreógrafa gaditana (1971) de gran prestigio internacional y con una carrera artística prolífica. Con tan sólo 14 años ingresa en la Compañía de Manuel Morao, famoso guitarrista flamenco, y actúa en el Festival de Teatro Flamenco Alhambra 89 en Granada. Después de esa actuación obtiene el primer premio “Gente Joven” de TVE – Televisión Española. Tras ese periplo continúa con su debut en el Teatro Eduard VII París con la misma compañía. También actúa en la Expo 92, en el Auditorio de la Cartuja en el espectáculo de Manuel Morao. Ese mismo año, en el Teatro Town Hall de Nueva York. Posee numerosos premios, entre ellos Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes. 

“Argentinita”

Bailarina de flamenco y cantante nacida en Buenos Aires en 1898 y fallecida en Nueva York en 1945. Era hija de una pareja de españoles que emigraron a Argentina, y que en 1901 decidieron volver a España, huyendo de una epidemia de escarlatina que les arrebató dos hijos. Encarnación López, su nombre auténtico, se inició en el flamenco a la temprana edad de 4 años, y con tan sólo 8, actuó por primera vez en público en el Teatro Circo de San Sebastián. Era amiga de Federico García Lorca y grabó con él cinco discos para gramófono en 1931, que reunían canciones populares de la época. En estos Federico tocaba el piano. Poco antes de que estallará la Guerra Civil Española, se marchó de España para finalmente afincarse en los Estados Unidos, donde se convirtió en unas de las representantes más importantes de la danza internacional. 

Mujeres guitarristas en el flamenco

La guitarra española siempre ha parecido un instrumento exclusivo para hombres. Sin embargo, han existido mujeres a lo largo de la historia que han destacado por su virtuosismo y talento en esta disciplina musical. Grandes desconocidas para muchos, pero grandes artistas que marcaron un antes y un después en el flamenco con su forma de tocar la guitarra. 

Trinidad Huertas “La Cuenca”

Trinidad Huertas fue una bailaora y guitarrista malagueña (1857-1890) de gran proyección internacional. El inicio de su carrera fue en los cafés de Málaga, donde la llamaban por su segundo apellido, para no confundirla con un guitarrista alicantino llamado Trinidad Huertas.  “La Cuenca” rompió esquemas hasta con su forma de vestir. La prensa decía de ella que vestía de hombre y de corto con chaqueta, pantalón ceñido y camisas con chorreras. Fue una revolucionaria que cautivó a medio mundo con su arte flamenco. Gran parte de su fama se la debe a las pantomimas taurinas que interpretaba en sus escenarios, que llamaban la atención de países como Francia o de América.  

Aniya la Gitana

Ana Amaya Molina (1855-1933), conocida como “Aniya la Gitana” o “Anilla de Ronda”, fue una guitarrista española y cantaora de etnia gitana nacida en Ronda (Málaga). Tocaba la guitarra y cantaba al mismo tiempo en sus actuaciones habituales en los cafés cantantes de su tierra. Cuenta la historia que era tal prodigio de la guitarra, que fue requerida por la Reina Victoria Eugenia para actuar en una fiesta de la familia real. Incluso el mismísimo Federico García Lorca la citó en su conferencia «Importancia Histórica y artística del primitivo cante andaluz llamado Cante Jondo» . 

Josefa Moreno “La Antequerana”

Josefa Moreno, conocida como Pepa “La Antequerana”, fue una guitarrista y cantaora nacida en 1889 en la ciudad malagueña de Antequera. Cantaba y se acompañaba ella misma tocando la guitarra. A muy corta edad comenzó a actuar en cafeterías de Jerez de la Frontera, Tánger, Melilla, Málaga, Córdoba, y hasta Madrid. Años más tarde, irrumpió en espacios de la prensa de aquella época, y finalmente daría el salto con sus actuaciones al extranjero. Su popularidad llegó incluso a América, debutando en Nueva York, Cuba y México. En los años 60, a pesar de su fama, se ve forzada a dejar de cantar debido a una bronconeumonía que la retira de los escenarios. Se desconoce la fecha exacta de su muerte, pero se cree que fue en Madrid en los sesenta, donde se dice que cantaba en las calles a cambio de dinero. El tiempo hizo que como otras muchas mujeres del flamenco acabarán sus últimos días en el olvido y sumida en la pobreza.  

 

Estas fueron algunas de las más célebres mujeres del flamenco. Mujeres que han supuesto un antes y un después en este género musical tan expresivo y apasionante. ¿Añadirías alguna más a la lista?