El flamenco está compuesto por sonidos que inevitablemente asociamos a este arte cuando los escuchamos.
Aunque en su origen el flamenco se componía sólo de la voz del cantaor acompañado de las palmas, a día de hoy es muy difícil imaginar un tablao flamenco sin la guitarra, las castañuelas o el cajón.
Estos instrumentos se han ido introduciendo en el flamenco y en la actualidad son parte esencial del propio arte.
La Guitarra Flamenca
No se sabe el momento exacto en el que la guitarra se introdujo en el flamenco, pero se cree que fue a mediados del S.XIX, justo cuando los tablaos flamencos estaban en pleno auge. La llegada de la guitarra a este arte fue una verdadera revolución.
Este instrumento se incorporó para acompañar al cante, pero poco a poco fue ganando terreno hasta convertirse en el verdadero referente del flamenco y consolidando este arte tal y como lo conocemos a día de hoy.
El uso de la guitarra flamenca ayudó a estructurar los palos flamencos y regular los esquemas del cante, proporcionándoles entradas y salidas al acompañamiento melódico.
Las Castañuelas
El repiquetear de las castañuelas es otro de los sonidos que inevitablemente asociamos al flamenco. Además, este instrumento aporta elegancia a las bailaoras.
Las castañuelas tienen un papel muy importante en el flamenco. Consideradas un instrumento muy característico de la música española, forman parte del patrimonio cultural de nuestro país.
Aunque pueden parecer un instrumento sencillo de tocar, la realidad es que requieren mucha práctica y coordinación ya que se debe intercalar el sonido de la mano derecha con el de la izquierda y viceversa.
El Cajón
Este instrumento, también parte my identificativa del flamenco, tiene un sonido muy particular que proporciona personalidad a la actuación y que crea una atmósfera única.
Su origen es peruano y su incorporación al flamenco se la debemos al gran Paco de Lucía. En 1977 el guitarrista descubrió este instrumento cuando estaba de gira por Sudamérica, su sonido cautivó tanto que comenzó a tocar la guitarra junto a él y comprobó que su sonido encajaba a la perfección con la percusión del flamenco.
Este sonido que cautivó a Paco de Lucía hoy es irremplazable en este arte.
La Percusión de las Palmas
Las palmas son otro elemento de percusión utilizado en el flamenco, e imprescindible. Aunque no se trata de un instrumento como tal, sin ellas el flamenco no sería lo mismo.
Las palmas son el acompañamiento perfecto al cante y baile. Con su ritmo constante, tiene diferentes técnicas y estilos dependiendo del palo flamenco al que estén acompañando.
A las personas que se dedican a esta disciplina se las conoce como palmeros, y dedican muchas horas de estudio y práctica para acompañar adecuadamente al cante, la guitarra y el baile.
El palmeo puede parecer sencillo, pero su ejecución es mucho más compleja de lo que puede parecer a simple vista. Marca el ritmo acentúa el compás de cada palo, además de ayudar a jalear a los artistas durante las interpretaciones.
Cantaora: Estrella Fernández
El Zapateado Flamenco
Tanto las palmas como el zapateado son parte inconfundible y esencial del flamenco. El zapateado es la combinación rítmica de sonidos que la bailaora o el bailaor realizan con la punta y el tacón de sus piés sobre el tablao, marcando el ritmo y fusionándose con el resto de instrumentos.
Con el tiempo, el zapateado se ha ido introduciendo en la mayoría de los palos flamencos de baile, cosa que no era así al principio.
Sumérgete de lleno en el flamenco y descubre de primera mano todos los instrumentos que lo integran, asistiendo a un verdadero espectáculo flamenco en un tablao.